La selección española conquistó el mundo el pasado 11 de julio con un juego que maravilló a todos. Fue una gesta inolvidable que nos permite lucir una estrella dorada en la camiseta para envidia de muchos. Pero esa estrella tiene un peso mucho mayor de lo que aparenta. Y eso lo demuestra el rendimiento de La Roja desde que Iniesta nos hiciera felices a todos en Johannesburgo.
España ha disputado siete partidos desde que se proclamara campeona del mundo y el balance es de cuatro victorias, un empate y dos derrotas con 13 goles a favor y 12 en contra. La parte positiva del asunto es que tres de los cuatro triunfos se han conseguido en la fase de clasificación para la Eurocopa 2012 ante Liechtenstein (0-4), Lituania (3-1) y Escocia (2-3). Los de Vicente del Bosque han solventado los partidos oficiales pero con un rendimiento menor al mostrado el pasado verano.
Los partidos amistosos son el gran lunar de la campeona del mundo. La selección estrenó su estrella el pasado 11 de agosto ante México y no pudo pasar del empate (1-1)... y gracias. Un gol de David Silva en el tiempo añadido evitó que La Roja sumara su primera derrota en su primer partido como campeona mundial. Bien es cierto que la selección carecía de ritmo alguno por estar en pretemporada y que los rivales tienen ahora mucha más motivación cuando se enfrentan a España pero la imagen del combinado nacional fue pobre e hizo presagiar lo que ocurrió cuatro semanas después.
Fuente: www.marca.com
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